No quiero oro, ni quiero plata… ¡quiero saber de las posadas!

Estamos listos para cantar “dale dale dale, no pierdas el tino” y tomar ponche mientras alguien rompe la piñata. Ver los dulces caer es tan gozoso que nos llegan tantos recuerdos de la infancia, nostalgia pura. Pero la espera está por terminar.

Según la tradición, el 16 de diciembre comienzan los nueve días de esa travesía con ponche, comida y golosinas de casa en casa.

Pero, ¿Cuál es su origen?.....

Para empezar, la tradición no es totalmente mexicana; por ejemplo, en el siglo XII ya existían piñatas pero en China, con un objetivo: celebrar el inicio de la primavera durante el año nuevo, según los escritos de Marco Polo.

Otra referencia se encuentra en Italia, en el siglo XIII, en donde se obsequiaba una olla con regalos a los agricultores durante la época de cuaresma; para el siglo XIV en España comenzó a romperse esa olla y se configuró la forma de siete picos, que hasta la fecha prevalece.

A México la tradición se remonta a 1587, cuando el religioso agustino Fray Diego de San Soria, en el Estado de México, solicitó una bula o un permiso al Vaticano para celebrar anualmente misas de aguinaldo que recordarían el peregrinar de María y José por Jerusalén. Así que las posadas, tal y como las conocemos, se remontan a la época de la Colonia.

¿Sabes los significados de los símbolos de esta tradición?

Empezamos con la piñata. Como comentábamos antes, se trata de una olla con siete picos, cada uno de ellos simboliza los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Esa piñata se decora con colores llamativos ya que simbolizan la tentación. El palo se traduce en la fe para luchar contra los pecados y el contenido de la olla es la gracia De Dios.

Pero para llegar al glorioso momento de quebrar la piñata es necesario pasear a los peregrinos (María y José) y cantar una letanía para que estos personajes pasen la noche en una casa. Después viene la parte de compartir los alimentos y es momento de llevar “itacate”, así que no olvides #EnMiTupperwarePorfa para no utilizar desechables y continuar con la historia decembrina.